La conversación que sigue es real, tuvo lugar entre una dependienta de una farmacia y yo mismo:
-Quiero un cepillo de dientes.
-Los tenemos con tres tipos de cerdas: duras, blandas y noramles.
-Normales.
-Las cerdas, además, tienen tres medidas: largo, medio y corto.
-Medio.
-Y dos anchos: normal y extra.
-Normal.
-Los hay con cerdas adicionales más cortas para pasárselo después por la lengua.
-Sin ellas.
-Los hay también con un giro al final para que las cerdas puedan llegar hasta el último rincón.
-Sin el giro.
-El mango puede ser corto o largo.
-Largo.
-Puede ser recto o curvo.
-Curvo.
-Puede ser rígido o flexible.
-Flexible.
Nos miramos un instante a los ojos y ninguno de los dos pudo contener una sonrisa. No obstante, la dependienta aun continuó.
-Falta un detalle importante: ¿de qué color?
¿No nos estaremos complicando la existencia inutilmente? Cada vez resulta más difícil comprar un producto que solo sea ese producto. Podéis hacer la prueba. Por ejemplo intentad comprar un yogur natural, es decir, un yogur que solo sea yogur. Para llegar a él tendremos que descartar infinidad de ellos que contienen frutas, o frutos secos, o bífidus, o que son griegos, o filipinos, o que ayudan a regular el colesterol, o que limpian el organismo, o que aceleran el tracto intestinal, o que proporcionan energía, o que mitigan la flatulencia, etc. Y así con todo. ¿No será una estrategia para vendernos las cosas más caras?