
Acaba de publicarse la última novela de Alfredo Gómez Cerdá, titulada «Dímelo con los ojos«, en la editorial SM (colección Gran Angular). Se trata de una obra que va jugando con el lector, que lo engaña incluso, para llevarlo poco a poco al tema central.
El libro empieza por el último capítulo y, a partir de ahí, vamos asistiendo a la peripecia de las dos protagonistas hasta llegar a ese momento, que es el final de la historia, pero el comienzo de muchas cosas. Hay una cita al comienzo del libro del escritor argentino Julio Cortázar que dice: «y así es cómo los que nos iluminan son los ciegos». ¿Es posible que encontremos la luz en los que aparentemente no la tienen?