Hace tiempo que quería poner una entrada en este Falso Diario con este título. La pregunta, por motivos que algunos ya sabrán y otros descubrirán en breve, me daba vueltas y vueltas por la cabeza. Un libro, evidentemente, sirve para leer; pero esa no era la cuestión. Se trataba de preguntarse para qué puede servir un objeto compuesto por un taco de papeles escritos, encuadernados, con tapas, cortados a la misma medida, etc. Sin duda, muchas pueden ser las respuestas. Yo encontré doce, aunque descarté alguna más. Descubrí, por ejemplo, que un libro sirve para perder el Tour de Francia, para llegar a tiempo a la boda de una hija, para que tu empresa te traslade a Medellín, para pintar la casa, para salvarte la vida, para evitar un error médico… ¡Sorprendente todo! Lo he escrito durante tres años, poco a poco. ¡Ah! Por cierto, en ningún momento me pregunté para qué sirve escribir un libro. Esa también es otra cuestión, no menos interesante, por cierto.
Mirones, os propongo que sigáis respondiendo a la pregunta del encabezamiento en este espacio. No la lectura, no la escritura, sino ¿para qué sirve un libro?