Vladimir Mayakovski se pegó un tiro en el corazón a los 36 años, el 14 de abril de 1930.
Yo lo leía cuando tenía veinte años. He rebuscado por mis estanterías y he encontrado dos libros, ya amarillentos, uno de poemas y “El baño”, una obra teatral.
Pero en realidad lo que me ha venido a la mente hoy –y no sé por qué– ha sido una canción que en 1972 le dedicó Raimon, “Morir en esta vida”. Siempre me emocionó.
Esta es la letra de la canción, traducida literalmente del catalán al castellano:
No es difícil morir en esta vida,
que vivir es más difícil.
Y he de evitar tu gesto
más absurdo, inútil.
No diré nunca:
se ha roto la barca del amor
contra la vida cotidiana;
prehistórico como soy, contradictorio como soy,
me sería más fácil destrozarla.
Porque te he hecho parte de mi vida
y creo en los poemas que tú hacías,
he de evitar tu gesto
más absurdo, inútil.
No diré nunca:
se ha roto la barca del amor
contra la vida cotidiana.
Tú has escrito hace ya muchos años
y te leo aún hoy,
poeta Mayakovski.
No es difícil morir en esta vida,
que vivir es más difícil.
¿Por qué precisamente hoy la he recordado? ¿Por Mayakovski?, ¿porque a mediodía he estado hablando de suicidios y suicidas?, ¿porque también soy prehistórico y contradictorio?, ¿porque la barca del amor siempre se rompe contra la vida cotidiana?…