Tengo la sensación de que entre la FILIJ y la FIL, casi seguidas, todo el mundo ha estado recientemente en México, al menos gran parte de mis «amigos» de Facebook. No hace falta más que leer sus comentarios. ¡Qué bien lo han pasado todos y cuánto me alegro por ello!
Pues bien, queridos mirones, yo también he estado en México y también lo he pasado muy bien allí. Me decían: ¿pero no vas a publicar un comentario sobre ese viaje? Bueno, pues ya lo he hecho. Y para ilustrarlo elijo dos fotografías. En una estoy en el jardín de la casa de Trotsky, en la que fue asesinado el 20 de agosto de 1940 (moriría el 21) por Ramón Mercader. Acabo de empezar a leer «El hombre que amaba a los perros», de Leonardo Padura, que indaga y reflexiona sobre estos hechos. En la otra estoy en la casa de Elena Poniatowska, premio Cervantes en 2013, una casa preciosa abarrotada de libros; nos recibió amablemente, nos ofreció un tequilita y nos regaló un rato inolvidable.
¿Y la Feria? ¡Ah! Muy bien, claro.
