En cierto modo, me horroriza el título de la entrada que acabo de escribir. No existen libros para ninguna estación del año, por fortuna. Pero no hago más que oír esta expresión una y otra vez por todas partes, sobre todo en la radio. Entrevistan a alguien y, al final, le preguntan: «¿y qué libro está leyendo este verano?». ¿Por qué no se hace la misma pregunta en otras estaciones? También se habla constantemente de «recomendaciones para el verano». ¿Hay estadísticas que demuestren que se lee más en verano?
Lo que sería realmente espantoso es que hubiese «libros de verano». ¿Los habrá y yo no me he enterado? Todos sabemos que existen «canciones de verano», por lo general espantosas. Hay quien afirma que en verano se busca una literatura más ligera, pero yo nunca he entendido el término ligero aplicado a literatura. Es una sandez, como tantas, a no ser que se refiera exclusivamente al peso en gramos del libro.
Queridos mirones, ¿estáis leyendo más este verano? Os preguntaré lo mismo que los locutores de la radio: «¿Y qué libro leéis?» Yo creo que tengo diez o doce libros esperando. Algunos son de autores a los que he conocido en persona recientemente. Siempre que conozco a un escritor me apetece leer algo suyo, si no lo he hecho ya -y si me cae bien, naturalmente-. Por esa circunstancia, tengo previsto leer a José Ovejero y a Paloma Díaz Más. Pero hay un libro, además, que quiero leer este verano -ya he comenzado con él- es una de esas obras monumentales de la literatura comtemporánea: Bomarzo, de Manuel Mujica Lainez. Tengo referencia del libro desde hace muchos años -incluso confieso haber aprobado con nota en la Universidad la asignatura de Literatura Hispanoamerica II sin haberlo leído-, pero ha sido este verano cuando me han entrado ganas de hacerlo. Era el momento. Me ocurrió con Marcel Proust, que no me apeteció leerlo hasta que cumplí cuarenta años. Que nadie entienda que haya querido decir con esto que los libros vayan ligados a una edad; pero sí es cierto que a cada edad te va apeteciendo leer determindos libros. Este año toca Bomarzo. Por cierto, me encanta la gente entrada en años que disfruta con la literatura infantil y juvenil. Y que ningún ignorante diga que la LIJ es ligera, en todo caso será LIJera.