Vivimos tiempo de crisis. ¿Alguien en esta coyuntura social y política se atrevería a negarlo? No es que las personas normales y corrientes estemos en crisis -que eso puede ocurrir también-, sino que el sistema capitalista está en crisis, y como estamos inmersos nos guste o no en ese sistema, a todos nos afecta en mayor o menor medida, especialmente a los que ya eran pobres o rayaban el umbral de la pobreza. Es sabido de sobra que el sistema capitalista necesita pobres; no uno ni dos, ni cientos ni miles. Necesita millones de pobres. Y en cualquier crisis siempre son los que menos tienen los que más padecen.
Pero no temáis, queridos mirones, que no voy a volverme analista político. Solo quería aprovechar la crisis para haceros una triple recomendación: un libro de 1939, «Las uvas de la ira» (The grapes of wrath), de John Steinbeck; una película, «Las uvas de la ira», dirigida en 1940 por John Ford; una canción, «El fantasma de Tom Joad» (The ghost of Tom Joad), de Bruce Springstenn -Tom Joad es el protagonista de «Las uvas de la ira»-. Se trata de una de las mejores novelas del siglo XX, y de una de las mejores películas de la historia del cine, y de una balada maravillosa.
Siempre me ha llamado la atención como una obra de arte puede generar otras muchas obras de arte. Un cuadro puede generar un libro, y un libro una sinfonía, y una sinfonía… Por supuesto, a veces ocurre que una obra de arte sirve como base, o inspiración, para una obra menor o mediocre, y viceversa. Ejemplos, a montones, sobre todo en la relación cine-literatura. Pero con «Las uvas de la ira» se han conseguido tres obras maestras, que convendrá recordar siempre, no solo en tiempos de crisis. No os las perdáis.