
Cuando compruebo lo difícil que es dar una puntada irónica en un comentario en las redes sociales me doy cuenta de que no le faltaba razón a este profesor. Solo me planteo una duda: ¿tan mal escribo que los que me leen no saben captar una ironía? No voy a entrar en debates porque hace tiempo tomé la firme decisión de no hacerlo, pero reconozco que esta vez me quedo con las ganas de puntualizar algunas cosas en torno a algunos de los comentarios que se han hecho a mi entrada anterior, URGENTE. Si hay algo que me gusta de la literatura es que es un territorio completamente abierto en el que cualquier persona puede entrar, o intentarlo. Solo es preciso poseer un universo extraordinario en tu cerebro y saber modelar una a una las palabras para que llegue de forma luminosa a los demás.
Y no pienso explicar más. Creo que esta vez no he sido irónico (pero lo seguiré siendo en el futuro).