En el otoño de 2007 viajé por primera vez a Medellín. La experiencia vivida, la realidad observada y las emociones sentidas me inspiraron “Barro de Medellín”, un libro al que siempre le deberé muchas cosas. Creo que fue a comienzos de 2010 –ya va para dos años– cuando recibí una llamada telefónica desde Nueva York. Una mujer llamada Xandra Uribe –paisa afincada en Estados Unidos– me contaba que la lectura del libro le había fascinado y conmovido y, de inmediato, me transmitió un sueño –su sueño–: hacer un espectáculo musical basado en la novela. He de confesar que, de inmediato, me contagió su entusiasmo, que le rebosa como un caudal incontenible, y me comprometí a escribir yo mismo la versión teatral. Pero, claro, de ahí a que se hiciera el espectáculo mediaba un abismo. En septiembre de 2010 estuve en Nueva York y conocí personalmente a Xandra Uribe. Y entonces no lo dudé: esa mujer iba a conseguirlo. Lo leí en el brillo de su mirada, en su sonrisa permanente, en sus gestos… Me di cuenta de que su energía sería difícil de contener.
No voy a contar más pormenores del proceso. Solo quiero decir que el próximo día 24 de noviembre se estrena en Medellín –¿dónde si no?– el espectáculo BARRO DE MEDELLÍN, que para Xandra es mucho más que un espectáculo, es sencillamente la culminación de un sueño. ¿Puede haber algo más hermoso en la vida? Lamento muchísimo no poder estar en Medellín ese día, pero tenía un compromiso previo en Francia, imposible de cambiar. No estaré allí, pero estaré allí. Espero que os llegue el eco de mi aplauso, aunque mis palmas se batan a diez mil kilómetros de distancia. Un abrazo muy fuerte para todos los que habéis hecho realidad este sueño y, como decimos en España para desear éxito, “mucha mierda”.
Mirones, os aconsejo que echéis un vistazo a www.barrodemedellin.com y quizá os podáis hacer una idea.