Ya podemos conocer el verdadero rostro de la sombra. Ha llegado el momento de descubrir esa sombra e, icluso, de ponerle forma, sentido y nombre. Mi última libro ve la luz -y nunca mejor empleada la expresión-. Hoy mismo ya me ha llegado un comentario de un avispado y rapidísmo lector. Entre otras cosas, que me halagan, dice que la novela le ha parecido una reflexión ética. Y no le falta razón.
Yo solo pretendi escribir una novela, que es lo que me apasiona de verdad, todo lo que se ha montado alrededor es mérito de la editorial SM, que creyó desde el principio en ella. Gracias, Elsa, Paloma, Berta, Mónica, Chus… por tanta confianza y por tanto entusiasmo.
Curiosead, queridos mirones.