
Ed. Bruño. Il. Mercè Arànega. Madrid, 1995.
Benito vive solo en una casa sin vecinos. No soporta a nadie a su alrededor, ni siquiera a los niños, que meten mucho ruido y juegan al balón. Cansado del planeta Tierra y de sus inconvenientes, decide trasladarse a un planeta solitario que ha descubierto con su telescopio. Piensa que allí podrá ser feliz.