
A su regreso de Canadá, Alfredo Gómez Cerdá ha valorado muy positivamente su estancia en el país, donde le ha sorprendido gratamente la incidencia de los estudios de español, sobre todo en la provincia de Alberta. Se siente agradecido por la acogida en la Universidad y el Instituto Español de Montreal, así como en los Centros de Recursos del Español de Montreal y Edmonton y en los numerosos colegios de Calgary y Edmonton, donde tuvo ocasión de conocer y departir con niños y jóvenes.
El entusiasmo de todos hizo que las actividades llevadas a cabo resultasen magníficas, sin excepción. Ni siquiera la nieve y las bajísimas temperaturas impidieron el desarrollo de las mismas. Gracias a Jacobo Gutiérrez, agegado de educación de la Embajada Española; a Paco Hermosín, librero de Las Américas (una librería de Montreal que se merecería más comentarios); a Javier Rubiera, profesor de la Universidad de Montreal y, sobre todo, a Andrés Sánchez, asturiano de pro, reubicado en el corazón de la gélida Alberta, alma mater de todo esto.