
Seguramente las novelas de Najat el Hachmi y Maria Barbal sean magníficas; pero si es así, no será porque sean “comprometidas y feministas”, o porque la autora sea una “veterana”. Ya sé que algunos vais a pensar que estoy exagerando. Vale, es posible, lo reconozco; pero es que estoy cansado de la valoración que se hace en general de los libros –y no solo los premiados–, donde el aspecto literario ha quedado relegado y, sin embargo, se resaltan cosas que solo tienen que ver con el oportunismo del momento que vivimos, ¡y menudo momento! ¿No recordáis haber leído, o visto, a alguien que afirma que determinado libro es muy bueno porque toca el tema del acoso escolar, o el del colectivo LGTBI, o los malos tratos, o porque es feminista, o porque defiende a los animales, o es ecologista, o simplemente porque es comprometido con alguna causa? Eso no es suficiente. El libro, la literatura, tiene que estar por encima. La intención literaria siempre debe estar en la mente del escritor a la hora de afrontar un libro, y solo teniendo claro ese compromiso con la escritura, deberá acercarse a la temática que prefiera. De esa conjunción puede salir algo que –tal vez– merezca la pena.
Felicidades a las dos autoras premiadas. Siento ganas de leer sus novelas. Evidentemente esta entrada, o comentario, no tiene nada que ver con ellas.