Compartir un trabajo como el nuestro –que es mucho más que un trabajo– significa de alguna manera experimentar sensaciones muy parecidas, forjar ilusiones a lo largo de los años, emocionarnos, llenarnos de fuerza unos días y de dudas otros. Compartir un trabajo como el nuestro nos hace conscientes de que en muchas ocasiones nos ha desvelado el mismo insomnio o nos hemos levantado pletóricos con la misma ilusión. Compartir un trabajo como el nuestro nos hace sentir la amistad con personas a las que apenas vemos porque viven muy lejos de nosotros, pero a las que hemos ido queriendo a través de sus libros y de las experiencias comunes. Por eso, una noticia como la que me acaba de llegar me ha dejado, sobre todo, muy triste. Seguiremos compartiendo este trabajo, no lo dudes Agustín, aunque tú tengas que hacerlo desde el otro lado.