Políticamente incorrecto
¡Qué alegría! Estoy pensando en los profesores, que se verán convertidos en custodios, vigilando que ningún niño subraye una palabra, escriba en los márgenes una aclaración o simplemente pinte bigotes a algún personaje; que tendrán que ejercer de almaceneros, contando y clasificando los libros una y otra vez; que tendrán que hacer milagros para borrar…