La Barca del Amor y la vida cotidiana
No lo puedo evitar. Cuando un amigo me recomienda un libro, inevitablemente lo leo. En este caso, además, la recomendación venía de Paloma –que siempre acierta– y el gigante Maiakovski estaba detrás, o alrededor, o dentro. El poeta me ha acompañado desde que lo descubrí con diecinueve años.