Hucha | Alfredo Gómez Cerdá

Redentores de ayer y de hoy

Cuando era niño, en el colegio, más bien a comienzo de curso, los frailes nos daban una hucha de cerámica para que saliésemos a pedir a la calle. La huchas eran, por lo general, cabezas de negros de pelo rizado, con los ojos grandes y los labios pintados de rojo; o de chinos, que solían llevar…